Mi vida en naranja
My Life in Orange: Growing Up with the Gurú (Mi vida en naranja: creciendo con el gurú) es la historia de un niño que creció dentro del Movimiento osho dirigido por Osho (Bhagwan Shri Rashnísh).[6] Publishers Weekly lo calificó de «un libro cautivador sobre la supervivencia y las buenas intenciones que salieron mal».[10] Fue encontrado muerto por su esposa Jo, que a pesar de sus esfuerzos no consiguió reanimarlo.[14] Osho enseñaba a sus seguidores su visión sobre la terapia caótica, la libertad sexual y el misticismo.[3] A medida que el Movimiento osho crecía en influencia y se hacía más polémico, la madre de Guest se comprometía cada vez más con el movimiento.[17] Guest se trasladó a diversas comunas osho, incluyendo la de Londres, Devon, India, Oregón y Alemania.[8] Cuando su madre dejó el grupo, Guest volvió con ella al Reino Unido.[8] Guest, su madre y su padrastro Martin, se fueron al norte de Londres, y él comenzó el proceso de experimentar la adolescencia en una sociedad diferente a la del Movimiento osho.[8] Tenía una relación difícil con su padrastro, y no había pasado mucho tiempo con él antes de mudarse a Londres.[4] Una crítica en Reference & Research Book News comentaba que los participantes del Movimiento osho crearon «adultos como Guest quienes están marcados por el abandono que sufrieron en una infancia entre personas completamente absortas en sí mismas».[2] El libro recibió una crítica favorable en New Statesman, y William Leith escribió: «Este es un excelente estudio de lo que sucede cuando un líder carismático entra en contacto con un grupo de personas deprimidas y sin rumbo.[6] Montagu Curzon de The Spectator escribió que «Guest hace un debut asombrosamente maduro (tiene 27 años) y tiene la excepcional habilidad de describir la infancia tal como la vive un niño pequeño: aceptando, indefenso, curioso».[24] Publishers Weekly calificó a Mi vida en naranja como «Honesto e intenso, este es un libro cautivador sobre la supervivencia y las buenas intenciones que salieron mal».[11] Una crítica en The Daily Telegraph comentó que «el principal fallo del libro, por lo demás un libro excelente, es la ausencia de personajes: incluso su madre da la impresión de ser más una historia que una persona».[3] «Mi vida en naranja, aunque ligeramente fragmentaria en su construcción, es una cautivadora obra de literatura, aún más convincente por hacer tantas preguntas como respuestas y porque el autor rehúsa dar pena», escribió Geraldine Bedell en una reseña del libro en The Observer.[16] Datta menciona que después de haber estado molesto con su madre y Osho, Guest se había reconciliado con su familia, reclamando así su infancia y llegando a ver a Osho como un «granuja adorable que se escapó haciendo lo suyo».