Metafísica feminista
Simone de Beauvoir fue la primera teórica feminista en distinguir el sexo del género, como lo sugiere su famosa frase: “No se nace mujer, se llega a serlo".[4] En su obra seminal El segundo sexo, de Beauvoir argumenta que, aunque las características biológicas distinguen a hombres y mujeres, estas características no causan ni justifican las condiciones sociales que perjudican a las mujeres.[4] Desde Beauvoir, muchas feministas han argumentado que las categorías construidas refuerzan las jerarquías sociales porque parecen ser naturales.[7] Teóricas posteriores como Judith Butler desafiarían el compromiso de De Beauvoir con la existencia presocial del sexo, argumentando que el sexo se construye socialmente al igual que el género.[6][9][10] Robin Dembroff ha introducido una descripción metafísica de los géneros no binarios.