Esta especie tiene el rostro liso, marcado solo por un anillo periocular claro ligeramente contrastado y una lista blanca tras el ojo de tamaño variable.
Su hábitat preferido son los bosques caducifolios intactos desde el nivel del mar hasta los 1100 metros de altitud.
Otras aves como los drongos suelen seguir a los mesitos para atrapar los insectos que se les escapan.
Los mesitos emiten cantos para defender su territorio de forma similar a los paseriformes.
Suelen poner de dos a tres huevos blancos en un nido fabricado con palitos situado en un arbusto o una rama baja