Este meridiano tomó su nombre de la isla de El Hierro (o Ferro), la más occidental de las islas Canarias y a la vez la parte más extrema del Viejo Mundo.
Ya en la antigüedad, la isla del Hierro era considerada la última franja de tierra del mundo occidental.
El geógrafo griego Ptolomeo definió el meridiano de la isla del Hierro como meridiano cero en el siglo II.
Para 1884 el meridiano de la isla de Hierro ya no era el primer meridiano más extendido, habiendo sido superado por el de París y sobre todo por el meridiano de Greenwich, pero todavía usado en Alemania y el Imperio austrohúngaro.
Cuando, a consecuencia de la Conferencia Internacional del Meridiano, el meridiano de Greenwich se convirtió en estándar oficial de la cartografía mundial, el meridiano de la isla de El Hierro, acusado de impreciso (no había ningún observatorio en la isla canaria) y francocentrista (siendo reportado precisamente en París), comenzó a caer en desuso, teniendo que pasar varias décadas hasta que los mapas geográficos se adaptaron al estándar de Greenwich.