Se denomina memorias a aquel relato que de una forma más o menos fiable describe los hechos y acontecimientos que el autor ha vivido como protagonista o testigo.
La distinción entre «memorias» y «autobiografía» no está clara.
[1] Algunos autores sugieren que en las memorias el escritor realiza una narración parcial de su vida, mientras que en la autobiografía lo que busca es referir su trayectoria vital de forma completa.
Pero como género literario comenzaron a destacar en la primera mitad del siglo xx, como dejan patentes obras como los cuatro tomos de Los pasos contados (Una vida española a caballo en dos siglos (1887-1957), escritos por Corpus Barga, o la popular colección de recuerdos selectos de Pablo Neruda, en Confieso que he vivido o los del también poeta Rafael Alberti, en los dos tomos de La arboleda perdida.
Más comerciales a nivel universal resultarían las memorias escritas por políticos, como Winston Churchill (Memorias de la guerra), o por actores como Charles Chaplin (Historia de mi vida), por no hablar de las cinematográficas Memorias de un mexicano (documental mexicano de 1950) y Memorias de África (película estadounidense de 1985 basada en el libro homónimo de Karen Blixen); frente a reflexiones más profundas pero con un reflejo comercial muchísimo más discreto en obras como los Cabos sueltos del profesor Enrique Tierno Galván, entre otros numerosos y posibles ejemplos.