Originalmente, esta especie estaba distribuida en varias islas del Pacífico occidental.
La pérdida de hábitat por la agricultura y el desarrollo humano ha sido un factor crítico en su declive poblacional.
[3] Las principales amenazas incluyen la pérdida de hábitat por actividades humanas, el impacto de especies invasoras como la serpiente arbórea marrón (Boiga irregularis), y fenómenos naturales como tifones y erupciones volcánicas.
[4] Se reconocen dos subespecies: Se han implementado programas de conservación que incluyen reintroducción en algunas islas y monitoreo de poblaciones.
La erradicación de depredadores invasores ha mostrado resultados prometedores en ciertas localidades como Sarigan.