La selección viene dada por darse situaciones extremas o debido a que otros tratamientos no hayan funcionado con anterioridad.
Como el medicamento se encuentra en fase de investigación clínica para esa indicación concreta, y aún no ha sido autorizado su uso oficialmente, es el médico el único responsable de su administración.
El proceso para administrar un medicamento compasivo a un paciente comienza con la decisión del médico.
Si el facultativo cree que la situación sanitaria de un paciente presenta una gravedad extrema, o si por el contrario otros tratamientos han sido fallidos, el médico debe informar al paciente sobre el nuevo tratamiento y éste (o su representante legal) debe aceptar y firmar las cláusulas de riesgo que existen.
Toda esta documentación debe ser estudiada, revisada y tramitada por los Servicios de Farmacia correspondientes.