[2][3] Coca-Cola GmbH no podía obtener el sirope para reproducir la fórmula 7X del jarabe de Coca-Cola durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, debido principalmente al bloqueo aliado.
Pero sin medios para conseguir ingredientes, Keith dejó de hacer Coca-Cola y comenzó a comercializar un refresco completamente nuevo al que llamó Fanta, una bebida de color claro que se parecía al ginger ale.[4] La bebida fue denominada Fanta y tuvo mucho éxito en los territorios ocupados por Alemania y Austria.
[5] Max Keith ni siquiera era miembro del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y probablemente tampoco un "colaborador".
Solo llegó a un acuerdo con los gobernantes del Tercer Reich, como tantos otros altos ejecutivos en los negocios alemanes.
Keith hizo que la filial de Fanta produjera beneficios a Coca-Cola tras la guerra.