Max Inzinger

En Ruhpolding regentó un restaurante que llevaba su nombre.

En 1986 publicó su libro de cocina Leicht, lecker, schlank mit Max Inzinger.

[1]​ No tuvo suerte con una consultora y atravesó por problemas financieros; además no volvió a encontrar trabajo de cocinero.

Durante un tiempo cumplió prisión preventiva en Alemania y Sudáfrica.

[2]​ En 2010 se supo que se había emitido una orden de búsqueda para detenerlo por cometer distintos fraudes y que había huido a Sudáfrica,[3]​ lugar en el que reside desde entonces.