Max Friedländer

Este berlinés estudió en Múnich, Leipzig y Florencia.

Tras concluir sus estudios, regresó a su ciudad donde fue colaborador de una figura capital, Wilhelm von Bode, en los Museos estatales de Berlín.

Friedländer se mantuvo en ese puesto hasta que, en 1933, la llegada del nazismo le obligó a dimitir.

A continuación se refugió en Ámsterdam (era experto en arte neerlandés), ciudad en la que fallecería en 1958.

[1]​ Hoy se le considera un historiador del arte de referencia.