Es el tercer jugador con más partidos oficiales disputados en la historia del Real Club Deportivo de La Coruña.
Durante este período consiguió llevar al club a alzarse con títulos como la Liga o la Copa del Rey por primera vez en su historia.
Mauro Silva era un futbolista completísimo aunque no responde, en absoluto al prototipo de jugador brasileño que suele llegar a Europa.
Se proclamó campeón del mundo en 1994 en el Mundial de Estados Unidos de 1994, jugando todos los minutos excepto en un partido que fue sustituido y siendo parte fundamental del triunfo.
El pleno del Ayuntamiento de La Coruña aprobó dedicarle una calle en la ciudad en 2005, pero no fue hasta 2018 cuando se hizo efectivo.