Mauricio Leal comenzó su carrera como ayudante en una peluquería de Cali, al mismo tiempo que estudiaba y realizaba trabajos menores.
A medida que adquiría experiencia, se hizo de una buena clientela y logró inaugurar su propio salón en 1995 en Bogotá, Colombia, el cual ganó gran reconocimiento y se convirtió en una cadena.
Los cuerpos presentaban heridas provocadas por un arma punzocortante, y en la escena se encontró una nota supuestamente escrita por Mauricio donde pedía perdón a su madre y al resto de su familia.
Esta nota y las posiciones en las que se encontraron los cuerpos, llevaron a que la primera hipótesis de las autoridades fuera un homicidio-suicidio, la cual fue descartada posteriormente.
La evidencia presentada en el juicio incluyó toallas, material genético presente en sangre y rastros humanos, información de los teléfonos personales y otros elementos hallados en la escena del crimen.