Mauricio Beuchot

Mauricio Beuchot ha escrito también poesía; en 2003 se publican sus Poemas de desierto, atravesados por el recuerdo del desierto de Torreón, el Éxodo bíblico y la vivencia del éxodo intelectual.El filósofo, en su obra El ser y la poesía: El entrecruce del discurso metafísico y el discurso poético (2003), afirma que es posible el encuentro entre poesía y metafísica sin que se anule a una en pos de la otra; por un lado, recupera la metafísica de la poesía de autores como Antonio Machado y Federico García Lorca, por otro, comenta los intentos de desarrollar una metafísica poética llevados a cabo por María Zambrano, Ramón Xirau, etc.[cita requerida] En torno a la poética de Mauricio Beuchot se editó Poema, analogía e iconicidad, compilación de ensayos de Helena Beristáin, Benjamín Valdivia, Javier Sicilia, Alejandro González, Magdalena Madero, Saúl Rosales, Jaime Muñoz, Gilberto Prado, Kabir Abud, Alejandro Herrera, Gabriel Zaid, Napoelón Conde Gaxiola y él mismo.[cita requerida] Para Beuchot, la analogía, según la Hermenéutica Analógica-Icónica (el establecimiento de una relación de semejanza entre dos cosas distintas) es la vía por la cual buscar consensos a partir de disensos, semejanza respetando la diferencia, y así avanzar hacia una comprensión del sentido analógica, es decir que no tiende lo unívoco ni a lo multívoco.[cita requerida] Al momento de relacionarse con otras culturas u otras comunidades, sea cual sea el caso, se debe aplicar el mismo principio analógico: no interpretar de manera unívoca el sentido que ellas le dan a su cultura, así como a su accionar, ni tampoco se debe aceptar todas las interpretaciones y cerrar así en el relativismo, las posibilidades de comprensión.Luis Álvarez Colín también retoma la propuesta de Mauricio Beuchot para desarrollar una propia: la hermenéutica simbólico-analógica, que pretende dar paso a una arqueología y teleología del símbolo, bajo el supuesto de que constituye el vínculo afectivo entre las personas, y cuyas repercusiones prácticas se ven en la orientación de “familias para que descubran y utilicen su capital simbólico”;[12]​ Napoleón Conde Gaxiola también enfatiza en las posibilidades que ofrece la iconicidad para el desarrollo de la psicoterapia.La hermenéutica analógico-barroca es un amplio proyecto implementado en la educación multicultural; otros proyectos notables son los impulsados por Luis Eduardo Primero en la pedagogía de lo cotidiano, y por Napoleón Conde Gaxiola con la pedagogía hermenéutico-analógica (educación por la iconicidad).El aporte en este campo es la reflexión ético-política sobre la búsqueda de salidas equilibradas al dilema del progreso univocista liberal vs.Junto al sociólogo colombiano Jorge Enrique González Rojas, Mauricio Beuchot ha realizado varios aportes al estudio de la Hermenéutica Analógica y la Hermenéutica Analógica-Icónica en la sociología, específicamente en el Análisis Cultural.Es decir, una en la que la analogía corresponde al signo icónico de ese eminente semiótico.Hay que atender al polo metafórico del discurso, pero sin perder el metonímico.Y por eso nuestro autor opta por la Hermenéutica Analógica-Icónica, que mira hacia los dos lados.Se pueden destacar personas como Ricardo Blanco Beledo, Napoleón Conde Gaxiola, Luis Eduardo Primero Rivas, Santiago Guervós, María Rosa Palazón, Juvenal Cruz Vega, etc.[cita requerida] En 2004, Mauricio Beuchot dialogó con el filósofo italiano Gianni Vattimo, reunión que tuvo lugar en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.Otro problema que señala Barceló es cómo evaluar una teoría hermenéutica con relación a otras.[16]​ Mauricio Beuchot respondió brevemente al artículo agradeciendo las observaciones y preguntas, que la hermenéutica debe seguir tratando de resolver; reafirma las coincidencias con la filosofía analítica, alojando a la hermenéutica analógica en el lugar que media entre la tradición analítica y la tradición continental.