En el análisis químico, la matriz se refiere a los componentes de una muestra que no sea el analito[1] de interés.
[2] Esto es especialmente importante para muestras sólidas donde hay una fuerte influencia de la matriz.
[4] En casos con matrices complejas o desconocidas, se puede utilizar el método de adición estándar.
Idealmente, la adición estándar debería aumentar la concentración de analito en un factor de 1.5 a 3, y se deberían promediar varias adiciones.
El volumen de la solución estándar debe ser lo suficientemente pequeño como para perturbar lo menos posible la matriz.
La mejora y supresión de la matriz se observa con frecuencia en las rutinas analíticas modernas, como GC, HPLC e ICP.
El efecto matriz se cuantifica mediante el uso de la siguiente fórmula:
Idealmente, el valor de 0 está relacionado con la ausencia del efecto matriz.