Utilizándolos para los implantes dentarios la unión hueso-metal parece operar favorablemente, los elementos celulares se insertan en la matriz porosa como si fueran nidos de abeja.
El material poroso provoca una catálisis osteogenética logrando el hermetismo de la primera intención alrededor del implante que se continúa, por otra parte, en el futuro.
Esta toxicidad del monómero es de tal manera importante, que disuelve aún la sangre coagulada y los fragmentos tisulares.
Se puede decir, en general, que los materiales altamente polimerizados no muestran casi toxicidad ni propiedades irritantes pero podrían plantear problemas al cabo de 5 o 10 años debidos a la despolimerización en el organismo.
La silicona Rubber es muy estable, podría convenir como material implantario si no presentara un poder de unión muy débil con los tejidos que la rodean.