Matanza de Tlatlaya

[1]​ Este batallón se estableció en 2010 en terrenos donados por el entonces gobernador Enrique Peña Nieto, y en 2014 el comandante supremo de las Fuerzas Armadas lo incorporó al Operativo “Seguridad Mexiquense” para combatir el narcotráfico.

[1]​[3]​ El Ejército entonces "solicitó su rendición, asegurando que se les perdonaría la vida";[3]​ los jóvenes se rindieron "rápidamente" según el testimonio de las tres mujeres sobrevivientes[1]​ y arrojaron sus armas al piso, "presuntamente el líder del grupo habría huído de la bodega.

En ese momento el saldo era de 7 muertos y un soldado herido.

"[3]​ De acuerdo con algunas versiones, el batallón esperó entre 15 y 20 minutos a que los civiles salieran.

[5]​ Según el testimonio de Clara le indicó a un militar quién era su hija y le comunicó que estaba herida; también señaló que había "otro muchacho que tenía otro balazo en su mano, también estaba herido", este "muchacho" --también menor de edad-- y su hija cayeron boca abajo y no tenían armas, contrario a lo que fue reportado por el gobierno.