Entre diez y veinte familias de gitanos habían vivido en Szczurowa por generaciones, conviviendo con polacos étnicos con quienes llevaban relaciones amistosas.
Estaban lo suficientemente integrados en la comunidad para que existieran varios matrimonios mixtos.
El 3 de agosto de 1943, la policía alemana reunió a casi todos los habitantes gitanos del pueblo y los trasladó al cementerio local, donde fueron fusilados.
[1] El pueblo gitano, que habita Europa desde el siglo XV, estuvo entre los grupos sindicados por la Alemania Nazi para ser perseguidos y, a menudo, asesinados, junto con los judíos.
Este monumento se convirtió en el primer memorial que conmemora a las víctimas del Holocausto gitano en el mundo.