Esta unión acaba rápidamente, pues Louis murió en un accidente de avión en 1926.
Sin embargo, la curiosidad por el vuelo de Maryse Bastié y la fascinación por el nuevo fenómeno del vuelo con motor la llevó a convertirse en piloto y a poseer su propio aeroplano.
[3] Tras obtener su licencia para volar, Bastié viuda y madre de un hijo, comienza a hacer acrobacias aéreas para ganar dinero y así mantenerse volando.
En la década de 1930, Maryse Bastié estableció varios récords femeninos internacionales de aviación, incluyendo la duración del vuelo, distancia, y un tiempo récord por su vuelo en solitario a través del Atlántico Sur.
En 1955, el Gobierno de Francia honró Maryse Bastié con su imagen en el correo aéreo como sello.