William Dyer, al igual que otros 18 hombres, firmó el Pacto de Portsmouth.
Mary Dyer siguió viajando por Nueva Inglaterra para difundir la religión cuáquera, por lo que volvió a ser arrestda en New Haven, Connecticut.
Regresó a Massachusetts por tercera vez con un grupo de cuáqueros para públicamente protestar contra la ley y desacatarla.
Se erigió una estatua, en su honor, frente al capitolio del estado de Massachusetts, en Boston.
[3][4] Escribió dos cartas que se han conservado, enfocadas en su martirio, ambas publicadas póstumamente.