En el caso de que simplemente se trate de pedir un favor a otro, en español se pueden utilizar expresiones vulgares como “pasarle el marrón a otro”.
En términos de subcontratación, el “marunage” corresponde con los contratos nominados, u “outsourcing” en inglés.
Es común en empresas que se dedican a planificar, pero que no tienen recursos de manufacturación ni de distribución.
En el caso japonés del sector de la construcción, esta práctica se prohibió en 1949 para evitar que las grandes constructoras explotaran a los pequeños constructores, tal como recoge la legislación japonesa para la construcción (建設業法).
El principal problema reside en que las empresas subcontratadas no tienen recursos operacionales suficientes y tienen que recurrir a estas prácticas.