Marten Toonder

Mientras visitaba Argentina con su padre, que era capitán de navío, conoció al historietista Dante Quinterno, quien le animó a seguir su oficio.

Desde 1941 hasta 1986, se imprimieron en De Telegraaf, un diario neerlandés, sus historietas más importantes, hasta sobrepasar las 200 historias, reimpresas luego múltiples veces, representando las aventuras del oso Olivier B. Bommel y el gato Tom Poes, que le granjeraron una gran popularidad; por otra parte, su peculiar lenguaje ha influido en el idioma neerlandés al acuñar numerosos neologismos hoy en día corrientes.

Sus historietas no poseen el formato común, sino que consisten en tres viñetas cuyo texto, en vez de figurar en "bocadillos", se sitúa abajo, de forma que también se puede leer sin dibujos.

Si bien sus historietas se destinaban al público infantil, fueron ganando interés entre los adultos a causa de su sutil humor y su subterránea crítica social.

Hoy en día su obra es considerada literaria, aunque su singular estilo ha impedido traducirla adecuadamente a otros idiomas.

Marten Toonder (1986).
Monumento homenaje a Marten Toonder.
Olivier y Toonder (1973).