Permaneció toda su vida soltero, habitando una casa de la calle del Coso frente al Palacio del Conde de Sástago.
Su iniciativa fue decisiva en la creación del Jardín Botánico y el Teatro de Zaragoza.
Becó, además, a varios alumnos para estudiar arquitectura y grabado en Madrid.
En todo caso, eran ya amigos antes de la boda del pintor en 1773.
El caudaloso epistolario intercambiado con el pintor fue heredado por su sobrino-nieto Francisco Zapater y Gómez, quien publicó parte de la misma y escribió una biografía de Goya.