Es un dragón sin alas, de color verde con colmillos muy afilados y saca humo por la nariz.
Como recuerdo de Lo Marraco se puede comprar peluches, llaveros, figuras, bolígrafos y postales.
También existen referencias documentales del año 1811, que mencionan una pareja de gigantes “hombre y mujer” en Lérida, sin más detalles.
[2] Estos gigantes, perdidos en 1936 a raíz del incendio de la parroquia en la que se guardaban, fueron recuperados en 1946, año en que la Paeria decide encargar a la hoy desaparecida sastrería teatral Casa Paquita de Barcelona, la actual pareja de Gigantes Chinos, diseñados y vestidos por el citado establecimiento, y realizados en los talleres del escultor modernista Lambert Escaler.
En 1949, el gobernador civil Josep Carrera Cejudo regala a la ciudad un nuevo gigante que recuerda al rey Jaime I “El Conquistador”.
En 1951, el gobernador civil Josep Carrera Cejudo obsequia nuevamente a la ciudad con el Gigante Moro y con la gigantilla doña Violante.
En 1952 llega a la ciudad la Reina Mora doña Zobeida, regalo del nuevo gobernador civil Josep Pagès i Costart.
En las salidas fijadas dentro del calendario festivo encontramos: Desfilan los Gigantes de la Paería sin el Marraco, seguidos por el paso procesional representando al Apóstol, las principales autoridades y los niños y niñas de la ciudad portando farolillos.