El Marquesado de Oliva es un título nobiliario pontificio otorgado por el papa León XIII, mediante Breve de fecha 22 de diciembre de 1880, con carácter hereditario, a favor de Manuel Martín de Oliva y Romero,[1] I marqués de Nerva.
La denominación del título hace referencia al apellido familiar.
El uso del título fue autorizado en España, mediante real despacho de 8 de febrero de 1881, por el rey Alfonso XII.
[1] Al fallecer el primer titular, su hijo primogénito Manuel Martín de Oliva y Sánchez-Ocaña, II marqués de Nerva, cedió el título de Oliva a su hermano Juan Martín de Oliva y Sánchez-Ocaña, mediante escritura pública de fecha 1 de junio de 1897.
[1] Al fallecer el II marqués, su viuda recibió la merced personal (no hereditaria) de vizcondesa de San Antonio.