Los municipios con derecho de mercado se extendieron por los reinos de Inglaterra (en inglés: market town), Escandinavia y el Sacro Imperio Romano Germánico.
En Noruega, la ciudad de mercado (kjøpstad, del nórdico antiguo kaupstaðr) tuvo los privilegios concedidos por la autoridad y permitió que los ciudadanos tuviesen el monopolio de la compraventa de bienes y otras actividades en la misma ciudad o sus alrededores.
En el área germanófona, el concepto de Marktgemeinde (lit. comuna o municipio de mercado) usado durante la Edad Media sigue teniendo vigencia administrativa a día de hoy en Baviera, Austria y Alto Adigio, donde representa una distinción y reconocimiento histórico de ciertos municipios.
Llamados también sencillamente Markt (‘mercado’), la toponimia de algunos de estos municipios admite esta palabra como parte opcional de su nombre, como en los casos Markt Allhau o Markt Schwaben, donde, aunque no sea obligatorio, es práctica común incluirlo.
En otros casos (sobre todo en Franconia), la palabra Markt pasó a formar parte del nombre mismo del pueblo, bien como palabra conjunta —e.g.