[1] Su padre había sido el capitán del vapor de pasajeros más veloz del mundo, el SS Bremen, y gozaba de gran reputación en la marina, al menos hasta que dos incidentes, ocurridos respectivamente en 1938 y 1941,[2] vinieron a manchar su prontuario.
Lorenz había, en efecto, llevado a cabo tareas de contraespionaje,[2] lo mismo que su esposa.
[2] Luego de terminada la Segunda Guerra Mundial, sus padres se mudaron a Nueva York.
Allí sus padres se convertirían en agentes de la CIA, y serían piezas claves en la Guerra Fría.
Una semana después, Marita recibió una llamada de Fidel Castro, pidiéndole que volviera a La Habana; ella aceptó.
[2]), y entrenada para asesinar a Fidel Castro en la estación JMWAVE de la CIA.
El jefe de la Brigada Anticomunista Internacional, Gerry Patrick Hemming, fue su entrenador.
[5] Estando ya en presencia de Fidel, este le preguntó: "¿has venido a matarme?
[6] Según Lorenz, en 1961 conoció al expresidente de Venezuela Marcos Pérez Jiménez, con el que mantuvo una relación, quedando embarazada y dando a luz a una niña llamada Mónica Mercedes.
[7] Conoció a Pérez Jiménez en una residencia en Miami Beach, mientras trabajaba como mensajera para la Brigada Internacional Anticomunista.
También fue vinculada con el asesinato del presidente de Estados Unidos John F. Kennedy.
Gracias a esa exposición perdió su trabajo en el FBI y sobrevivió "a más de un atentado", lo mismo que su hija Mónica y su segundo hijo, Mark, nacido en 1969 de su matrimonio con Mark Yurasits, agente del FBI.
[11] El comité rechazó su testimonio, ya que fueron incapaces de encontrar cualquier otra evidencia para apoyarla.
Su testimonio fue investigado por el comité de política y este afirmó que era poco fiable.
[18] Lorenz había conocido al rico exdictador en Miami en 1961, dos años antes de ser arrestado y deportado a España.