Su práctica psicoanalítica ha estado marcada por su formación en las artes plásticas, con el maestro Demetrio Urruchúa; se doctoró en 1990 con la tesis «El dibujar y los dibujos infantiles: una escena de escritura; estudio psicoanalítico».
[1] Profesora desde el año 1970 en la Universidad del Salvador, inicia una relación profesional con Ricardo Rodulfo, con quien contraerá matrimonio años más tarde.
Juntos desarrollan una intensa labor en el campo del psicoanálisis de niños y adolescentes,[2] ámbito en el que han desarrollado una extensa carrera de investigación.
El dibujo del niño[3] ha sido el eje de su carrera desde el año 1983.
Sus trabajos se han centrado en cambiar la metodología del psicoanalista, introduciendo el diagnóstico por imágenes[4] en problemáticas como la violencia infantil, el autismo,[nota 1] trastornos infantiles,[5] la anorexia, el síndrome asistencial con o sin hiperactividad[6][7] y la deficiencia mental.