Sin dudas el mejor tenista boliviano de la historia, Martínez es el único jugador de ese país en alcanzar finales en un torneo de ATP y uno de los pocos en representar a Bolivia en el más alto nivel del tenis (junto a Ramiro Benavides).
Su mejor posición en el ranking fue N°35, en septiembre de 1983.
Su estilo de juego se basaba en su potencia y golpes con mucho topspin.
Su carrera se vio truncada por una lesión antes de cumplir los 24 años.
Ganó 3 títulos, en 4 finales disputadas, todos sobre tierra batida.