Una revista opositora de la época tildaba a la USACH como una “cárcel”, donde los alumnos eran rigurosamente vigilados.
Para esto realizaban distintas actividades que siempre fueron de índole pacífica; “leía a Gandhi, Helder Cámara y Luther King” decía su amigo.
[3] Estas muertes eran de carácter selectivo a dirigentes estudiantiles, sindicales, vecinales y políticos.
Según versiones recibidas en esta Comisión, Martínez se sentía seguido y amenazado debido a su trabajo como dirigente estudiantil.
En resumen su muerte No cumplió con los estándares mínimos para ser considerados dentro de los casos que estudió la comisión .