Marinerismo

A medida que se fue congregando gente hablando esta jerga, se produjo un proceso de nivelación lingüística que permitió posteriormente añadir los términos náuticos al vocabulario común.

[2]​ Como se ha dicho, la mayoría de los marinerismos ha sufrido un cambio semántico y ha extendido su significado, debido sobre todo a la semejanza de sentido y, posteriormente, a una evolución semántica.

De esta manera, términos que en los siglos XVI y XVII tenían una semántica relacionada con la marinería cobran actualmente otros significados; como sugiere Pontillo,[3]​ los marinerismos tierra adentro "mantienen, en buena parte, su significado básico, aunque lógicamente pierden su uso náutico exclusivo".

Estas voces penetraron luego en el español peninsular a partir del siglo XIII; de España los marinerismos pasaron al Nuevo Mundo en los siglos XV y XVI con los conquistadores y colonizadores, muchos de ellos gente marinera o pasajeros dirigidos a América que habían pasado meses en contacto con el mundo marinero y adoptado voces relacionadas con las actividades a bordo de las embarcaciones que cruzaban el océano Atlántico, viaje que duraba por lo general unos cuarenta días.

Los colonizadores, marineros o no, que se instalaron en el Nuevo Continente adaptaron en un segundo momento el léxico marinero a situaciones y realidades ajenas al mar ampliando el significado de estas palabras.