Marie Cornélie Falcon

Esta particularidad originó que cantantes con estas características sean llamadas de allí en adelante "sopranos Falcon".

Gran actriz, de imponente presencia y voz extraña cautivó a las audiencias parisinas.

Se consagró en Roberto el Diablo de Meyerbeer en 1832 durante una representación a la que asistieron María Malibrán, Rossini, Berlioz, Cherubini, Alfred de Musset, Théophile Gautier y otras celebridades en la Opera de París.

En 1837 creó La Stradella de Niedermeyer, en la segunda representación su voz se había extinguido para siempre.

Célebres divas exponentes de esta subclase son mezzosopranos alemanas Christa Ludwig y Waltraud Meier, cercanas a la categoría Falcon se encuentran la soprano francesa Régine Crespin y la soprano norteamericana Jessye Norman como también sopranos dramáticas que con el tiempo fueron reforzando los graves y acortando sus agudos.