Fue elegido tribuno de la plebe en 92 a. C. Al contrario que su padre siguió una política favorable a la plebe, aunque con la idea de fortalecer el mando del Senado.
Su primer objetivo fue acabar con el monopolio que mantenía el orden ecuestre sobre las quaestiones.
Para ello presentó una lex frumentaria demagógica y devaluó la moneda, con lo que enriqueció al Tesoro y alivió las deudas, a costa de los caballeros, que eran acreedores universales.
En un clima de guerra civil, Druso fue desaprobado oficialmente por el Senado y a los pocos días murió apuñalado en su casa por un desconocido.
Su muerte desencadenó la guerra Social, que duró de 91 a 88 a. C.