Su fecha varía entre países y ciudades, pero en muchos casos suele realizarse en lo que se considera Día Internacional del Orgullo (28 de junio), o en días cercanos.
Algunas ciudades y países han prohibido o restringido la realización de la Marcha del Orgullo.
Katherine McFarland Bruce sostiene que las marchas del orgullo, con su estilo festivo, «cambiaron el mundo», logrando avances notables contra la discriminación y la estigmatización de las personas LGBTIQ+.
[3] En los últimos años han aparecido críticas hacia las marchas y eventos del orgullo, debido a la mercantilización y la falta de inclusión de los grupos sociales más vulnerables, afectados por un nuevo fenómeno conocido como homonormatividad.
[1] Mientras que en Los Ángeles, la marcha adquirió un tono festivo y abierto, en Nueva York fue concebida como un acto militante.
[8] Tres meses después se realizó en Londres la primera marcha del orgullo de Inglaterra, con 2000 asistentes.
[19] Ese mismo año se realizó en Berlín, la primera edición del Festival Lesbiano y Gay de la Ciudad (Lesbisch-schwules Stadtfest Berlin), que se convertiría en la mayor marcha callejera del orgullo de Europa.
En 1996 se llevó a cabo la primera marcha del orgullo en Ámsterdam, que incluye un desfile en bote por los canales.
En Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Irak, Siria, Afganistán, Brunéi y Libia nunca se intentó realizar un marcha del orgullo; las marchas y toda exhibición relacionada con las orientaciones LGBT están prohibidas con graves penas de prisión.
[12][13] En 2015, 70 personas realizaron la primera marcha del orgullo en Uganda, un país con leyes y una cultura fuertemente homofóbica.
[54][59] En Nigeria nunca se realizó una marcha del orgullo pero en 2019 el activista gay Bisi Alimi, organizó una pequeña reunión nocturna en las calles de Lagos, mediante una convocatoria selectiva, considerada por una parte de la comunidad como la primera marcha del orgullo.
[64] En América Latina las marchas del orgullo debieron enfrentar culturas conservadoras y muy influenciadas por la Iglesia Católica.
Al iniciarse la década de 2020 en todos los países latinoamericanos se realizaban marchas del orgullo.
[67] En Perú se realiza desde 2002 la Marcha del Orgullo LGBT de Lima que ha alcanzado a convocar unas 10 000 personas.
[68] En Bolivia se celebran nutridas marchas del orgullo en La Paz, Santa Cruz de la Sierra, Cochabamba y otras ciudades.
[81][82] En Cuba se celebra desde 2008 la «Conga Anual del Orgullo»; en 2019 el gobierno no la autorizó por razones poco claras.
[83] En los últimos años han aparecido críticas hacia las marchas y eventos del orgullo, debido a la mercantilización y la falta de inclusión de los grupos sociales más vulnerables, afectados por un nuevo fenómeno conocido como homonormatividad.
[1][4] En el mismo sentido, en 2019 se realizó en Buenos Aires la primera Marcha del Orgullo LGBTQI Villera y Plurinacional.