Es padre de Pascal Clément, político y ex encargado del gabinete Raffarin y su tío es Francisco Javier Clément, filósofo, director diocesano de Educación Católica del Loire.
De 1962 a 1998 tuvo el periódico una influencia decisiva.
Su cátedra tradicionalista influenció a una generación de católicos.
Tenía una influencia considerable, y convenció a una fracción de practicantes y clérigos tradicionalistas para no unirse a Monseñor Lefebvre, defendiendo a Pablo VI en todas las circunstancias: la elección de Juan Pablo II será para él la prueba de la corrección de su visión.
Estará muy cercano a Marthe Robin y permanecerá fiel toda su vida a la obra y el mensaje de los Foyers de Charité.