Marcapáginas

Otros materiales de uso frecuente para los marcapáginas son el cuero, los metales, la seda, la madera y las telas.

Pero lo cierto es que en numerosas pinturas italianas previas a esa fecha ya documentan su uso en libros iluminados, y presentados en forma de cinta o escapularios.

[1]​ En Inglaterra, hacia 1850, aparecieron los primeros marcapáginas sueltos y este aditamento comenzó a ser un arte que solía incluir elaboradas imágenes al punto que se volvieron elementos coleccionables y símbolos de estatus.

[1]​ En 1880 los señaladores se transforman en elementos de mercadotecnia publicitaria cuando los principales editores los adoptan como un regalo que acompañaba sus impresos.

[1]​ Por la misma época los marcapáginas sueltos llegaron a Holanda y a Francia, donde también servían como soporte publicitario, pero ya no solo era usado por los editores, sino que promocionaban tabaco, automóviles, bebidas alcohólicas, líneas de tren, etc.[1]​

Libro con marcapáginas o señalador.
Marcapáginas publicitarios de España (Toledo, Figueras y Galicia), Italia (Milán), y Malta.