Marc Egea

Tras licenciarse en filosofía, ganó una beca para realizar su tesis doctoral cuyo tema era Ramon Llull.

Después de cuatro años dedicados al estudio del filósofo mallorquín y habiendo publicado numerosos artículos en revistas especializadas, abandonó el proyecto.

Una disputa con su director de tesis le sumió una crisis en la que se planteó si su trabajo merecía la pena.

Ahogado por el funcionamiento académico, decidió dedicarse plenamente a la música, abandonando al mismo tiempo su pasión por la escritura, aunque en la actualidad todavía sigue escribiendo poemas.

Siguiendo los pasos del maestro zanfonista francés Valentin Clastrier, ha sido uno de los pioneros en España en situarla en otros contextos en los que este instrumento no es habitual, como el jazz, la música experimental, la danza contemporánea, la poesía, la improvisación libre, etc. Para ello, ha desarrollado su técnica propia y ha compuesto obras de gran interés musical.