Marc-André Hamelin
Su padre, un farmaceuta que también era pianista, le enseñó los trabajos de Alkan, Godowsky y Sorabji cuando él todavía era joven.Además Hamelin toca anualmente en el Herkulessaal en Múnich y ofrece una serie de recitales en Tokio.Es conocido por su atención a compositores menos conocidos, especialmente de finales del siglo XIX y principios del XX (Leo Ornstein, Nikolai Roslavets, Georgy Catoire), y por la interpretación de obras de los pianistas-compositores Leopold Godowsky, Charles-Valentin Alkan, Kaikhosru Sorabji, Nikolai Kapustin, Franz Liszt, Nikolai Medtner y Frederic Rzewski.Escribiendo en The New Yorker en 2000, el crítico Alex Ross se pronunció así: "La leyenda de Hamelin crecerá.[8] En 2015 Zachary Woolfe, editor de música clásica de The New York Times, observó la "claridad y control sobrenatural del Sr. Hamelin, cualidades que en él no excluyen la sensibilidad ni la poesía".