María o Los agravios de la mujer

[2]​ La novela, tanto filosófica como gótica, narra la historia de una mujer internada por su esposo en un hospital psiquiátrico.

Godwin comentó: También llevó a cabo investigaciones más profundas para escribir este libro que para los otros.

Venables se había presentado ante todos como un joven honorable y respetable; en realidad, era un libertino.

Al principio escapa y logra vivir en varios lugares distintos, la mayoría de las veces junto con otras mujeres que también habían sido traicionadas por sus esposos, pero él siempre la encuentra.

Cuando intenta irse de Inglaterra con su hija recién nacida y con la fortuna que su tío, ya fallecido, le había dejado, su marido se apodera del niño e interna a María en el sanatorio.

Las notas fragmentarias para el resto de la obra indican dos trayectorias diferentes del argumento y cinco conclusiones separadas.

Cuando descubre su traición, María pierde el hijo del que estaba embarazada de Darnford (por un aborto inducido o espontáneo).

Sin embargo, también demuestra que los horrores góticos son una realidad para la mujer inglesa promedio.

[9]​ Así lo explica la misma Wollstonecraft en el prólogo a Los agravios de la mujer:

Las historias en primera persona les permiten a María y a Jemima sentirse iguales: sus historias de sufrimiento, además de que les permiten a los personajes mantener un sentido de sí mismas como individuos diferentes, son una fuerza que las une y las coloca al mismo nivel.

Estas estrategias retóricas hacen que los elementos filosóficos de la novela sean más agradables para el público.

[19]​ En Los agravios de la mujer, nunca se presenta esta opción; en su lugar, se le presenta al lector una serie de matrimonios desastrosos en los que las mujeres son abusadas, robadas y abandonadas.

[20]​ Wollstonecraft muestra la ideología del matrimonio, mediante el cual las mujeres son mercancías intercambiables, objetos, y se les niegan sus derechos naturales.

[21]​ La sensibilidad en la segunda mitad del siglo XVIII se consideraba un fenómeno tanto físico como moral.

[22]​ El exceso emocional asociado con la sensibilidad, en teoría, también producía una ética de compasión: los sensibles podían entender fácilmente a la gente que padecía dolor.

[22]​ Para la época en que Wollstonecraft estaba escribiendo Los agravios de la mujer, la sensibilidad ya había estado bajo un ataque sostenido durante varios años.

[24]​ La sensibilidad, la cual al principio había prometido que uniría a los individuos mediante la empatía, en esa época había pasado a ser vista como «profundamente separatista»; las novelas, las obras de teatro y los poemas que empleaban el lenguaje de la sensibilidad abogaban por los derechos individuales, por la libertad sexual y por las relaciones familiares no convencionales, basadas solo en los sentimientos.

[25]​ Para algunos, la sensibilidad, particularmente durante una época de reacción política, parecía ofrecerles demasiado poder político a las mujeres y debilitar a los hombres británicos que se necesitaban para pelear contra Francia.

Wollstonecraft rompe intencionadamente las convenciones de las novelas sentimentales, pero no está claro cuáles son sus objetivos al hacerlo.

Mediante esta interpretación, el relato de María se considera una parodia de las novelas sentimentales que tiene como objetivo demostrar los «agravios» que las mujeres atraen sobre sí mismas cuando se exceden en sensibilidad.

[34]​ Al desafiar a los moralistas contemporáneos tales como John Gregory y Jean Jacques Rousseau, Wollstonecraft afirmó que las mujeres podían tener control total sobre su sexualidad.

María escribe una autobiografía para su hija, en la cual admite que se había dejado engañar por Venables, pero los críticos no están de acuerdo sobre el punto de si también se había dejado engañar por Darnford.

Por lo tanto, en lugar de limitarse a rechazar o sonsacar la compasión del lector, Jemima y María presumiblemente avanzan hacia un lazo más fuerte y más duradero con las lectoras que comparten sus penurias.

[49]​ El rol de María como madre le permite instruirse a sí misma, y por lo tanto crea su propio sentido de sí; al advertirle a su hija mediante el manuscrito que está escribiendo, María aprende cosas sobre sí misma y se da cuenta de los errores que había cometido en el pasado.

Ya que no pueden conseguir trabajos respetables y bien pagados, dependen de los hombres.

Las mujeres como Jemima se ven obligadas a trabajar en labores exigentes físicamente, como robar, mendigar o prostituirse para sobrevivir; se degradan por estos trabajos y forman una opinión negativa de sí mismas por tener que llevarlos a cabo.

[51]​ Dado que las relaciones entre hombres y mujeres son inherentemente desiguales en su sociedad, Wollstonecraft propone formular un nuevo tipo de amistad en Los agravios de la mujer: la relación entre madre e hija y entre hermanas.

Al igual que María, Wollstonecraft había tenido una madre que favorecía a un hermano mayor y también ella había cuidado devotamente a su madre durante sus últimos días, solo para ser rechazada en los momentos finales de su vida.

En parte debido a estas reacciones, la sexualidad femenina no sería celebrada tan abiertamente en Gran Bretaña hasta por lo menos un siglo más tarde.

Aunque si bien Los agravios de la mujer presenta a «la mujer» como «atacada», ni Wollstonecraft ni ninguna otra británica que haya mostrado las desigualdades sufridas por las mujeres en la época (tales como Mary Hays y Mary Robinson) intentaron formular una solución colectiva.

Ilustración definitiva de A Rake's Progress de William Hogarth , en la que se aprecia Bedlam , un famoso hospital psiquiátrico en Gran Bretaña.
Primera página de la primera edición de Memoirs of Emma Courtney (1796), de Mary Hays .
Rendición de Pamela ante el Sr. B., que trata de abusar de ella, por Joseph Highmore ; la escena ejemplifica la sensibilidad en el siglo XVIII .
The First Kiss of Love , de Julia, o la nueva Eloísa (1761) de Jean-Jacques Rousseau , ilustrado por Nicolas-André Monsiau .
Madre e hija por Henriette Brown (1829); Wollstonecraft veía a la maternidad como un papel liberador para la mujer.