El hogar de los Rojas-Garay gozaba de una buena posición económica, pues contaba con propiedades rurales en distintos puntos del país, esclavos, indios, así como bienes inmuebles en Lima y Huánuco.
En 1602, el padre debe retornar una vez a Huánuco, a raíz de haber sido designado alcalde de dicha ciudad, donde permanecerá hasta 1604, año en que nuevamente estará en Lima.
Tal como se acostumbraba en la época, les aseguraba su educación a la par que un piadoso consuelo de la tragedia familiar.
Por esa época vivía en dicho convento fray Miguel de Acuña y Pinelo, su tío segundo.
El hogar de los Rojas-Garay gozaba de una buena posición económica, pues contaba con propiedades rurales en distintos puntos del país, esclavos, indios, así como bienes inmuebles en Lima y Huánuco.
En 1602, el padre debe retornar una vez a Huánuco, a raíz de haber sido designado alcalde de dicha ciudad, donde permanecerá hasta 1604, año en que nuevamente estará en Lima.
En cuanto a sus obras lo único que nos ha llegado de esta autora es su Epístola a Belardo, carta dirigida a Lope de vega (Belardo), en la que proporciona algunos datos autobiográficos, le declara al bardo español su admiración y su amor platónico y le ruega que escriba la vida de Santa Dorotea.