[1] Se casó con Pedro de Madrigal (hijo), que falleció poco tiempo después.
En 1628, a la muerte de su suegra, María Rodríguez Ribalde (viuda de Pedro Madrigal padre), María Quiñones pasó a dirigir definitivamente el taller.
[2][3] En Madrid, la calle donde se encontraba ubicada su imprenta recibe el nombre de Quiñones.
Para estos diferentes géneros hizo uso de formatos folio, octavo y sobre todo el cuarto, al que recurrió mayormente.
La lengua dominante fue la vernácula, reduciéndose el latín a obras de carácter litúrgico o teológico.