Bautizada con el nombre Virginie Alodie,[2] era la única mujer entre seis hermanos en una familia sencilla dedicada a actividades rurales.
[3] Durante su tiempo como religiosa, Sor María de Santa Leonia se destacó como profesora en Montreal hasta 1862.
Su misión era apoyar el sacerdocio y a los religiosos de la Santa Cruz en la obra educativa.
En 1905, el Papa Pío X aprobó el hábito religioso que Sor María había diseñado para las jóvenes.
[4] El Obispo Paul LaRocque la describió como una mujer del corazón, siempre lista para dar amor.
[5] La ceremonia tuvo lugar en Jarry Park (Montreal), donde descansan los restos de la beata María Leonia Paradis, dejando un legado de alegría, sencillez y hospitalidad en la vida religiosa y educativa.