Al mismo tiempo, por orden del Rey, se creó un armario de terciopelo, seda y tafetán para el futuro príncipe o princesa.Todos los preparativos para el nacimiento de María le costaron a la corona 300 libras.Se decidió llevarlo a cabo en la capilla del Palacio de Greenwich.[5] En la tumba de María se erigió una efigie de marfil blanco obra del escultor flamenco Maximilian Colt,[5] una niña acostada en una cama, apoyada en su mano izquierda; la niña está vestida con un traje de adulto con un corpiño con cuello Medici y una gorra francesa.[6][7] En la lápida con errores en los cálculos y las fechas, estaba grabada una inscripción en latín que traducida decía: «Yo, María, hija de Jacobo, rey de Gran Bretaña, Francia e Irlanda, y la reina Ana, fui llevada al Cielo en la primera infancia, encontrando alegría para mí, pero trayendo dolor a mis padres.
A la derecha tumba de María Estuado, vista desde perfil.