La maquia o maquis (del francés maquis, y este del italiano macchia, campo cubierto de maleza) es uno de los principales ecosistemas mediterráneos, una formación vegetal de especies perennes formada principalmente por arbustos y árboles termófilos, de altura media entre 50 cm a 4 m. Presenta una estructura cuya composición varía conforme a la latitud y se encuentra en zonas semiáridas y áridas caracterizadas por inviernos suaves y veranos con pocas precipitaciones, mayoritariamente presente en la zona mediterránea, en laderas de cerros rocosos que finalizan en el mar; con poca profundidad de suelo y drenaje, en las que este tipo de formación vegetal juega un importante papel para evitar la erosión del terreno.
Paralelamente, constituye un nicho ecológico, que ofrece alimento y refugio a insectos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
La maquia se caracteriza por ser una asociación compleja, establecida en suelos silíceos y por ser el resultado en general de la degradación de bosques de robles o encinas, donde la vegetación se estratifica en tres niveles: un nivel superior formado por especies arbóreas, otro intermedio formado por arbustos y el inferior o base, formado por vegetación herbácea.
En relación con la composición y el desarrollo de la vegetación, puede diferenciarse entre maquia alta, donde la vegetación presente en el nivel o estrato superior se compone principalmente de especies leñosas con follaje de hasta 4 m de altura, o maquia baja, en la cual la vegetación del estrato superior está representada principalmente por arbustos con follaje de 2 a 3 m de altura.
Son representativas de este ecosistema especies de árboles del género Quercus, Phillyrea o algunas especies del género Juniperus, entre otras, y se pueden establecer como plantas características de la maquia: