Solamente Cádiz llevó a buen término dicha empresa[1].Se usaron diversos materiales: pino de Flandes recubierto de cedro tallado para las olas; ácana y caoba para las casas; ébano para las ventanas y balcones; marfil para los edificios más señalados.La base documental usada por los maquetistas fue un plano de Cádiz firmado por Ignacio Sala en 1749.Cedida al ayuntamiento, sufrió varios avatares (traslados, incendio en 1835) siendo restaurada entre 1950 y 1962 por Manuel Pena López.Es una pieza clave para conocer el urbanismo del Cádiz dieciochesco.