Este fue el antepasado de Estácio de Faria, que "sirvió en los conflictos armados con el gobernador de la India Diogo Lopes de Sequeira, asumió el cargo en la hacienda en Brasil, se supo en letras, "y gastó más que juntó", tuvo hijos con dos mujeres.
Allí escribió poemas que fueron admirados y entró en relación con los principales protagonistas de la época.
Rápidamente aprende el castellano, y pasados tres años, publica poesía en este idioma, que se convierte en su lengua de preferencia.
Sus restos fueron trasladados al Monasterio de Pombeiro en 1660, donde se encuentran bajo una losa, a la derecha del altar mayor.
[2] Dijo Faria, que comenzó este trabajo en 1614, y consumió veinticinco años, examinando más de mil autores, y entre estos a trescientos italianos.
Manuel de Faria fue llamado a responder a las acusaciones, en quince días, según él afirmó, hizo una edición bajo el título:[2]