Manuel de Eguileor

Nacido en 1884,[1]​ Eguileor, que conoció muy joven a Sabino Arana se convirtió en un adlátere de su figura,[2]​ llegando a clamar el 25 de junio de 1922 en un discurso que Arana (fallecido en 1903) «no ha muerto, ¡es inmortal!».[3]​ Sostuvo también que Arana había sido el elegido por Dios «para detener a la raza vasca al borde mismo del sepulcro vilipendioso a que le habían conducido su inconsciencia y la dominación extranjera».[1]​ Integrante junto a Elías Gallastegui, José María Errasti y Ceferino de Jemein del sector nacionalista de los Aberri defensor a ultranza de la cosmovisión sabiniana, enfrentado a la Comunión Nacionalista Vasca de carácter moderado y proclive al pacto con el Gobierno central,[5]​ fue junto con Ceferino de Jemein el organizador del primer Aberri Eguna.[7]​ Tras el inicio de la Guerra Civil Española se exilió en Gran Bretaña, de donde marchó en 1947 a París y luego a Lapurdi.Enfermo, regresó a España poco antes de morir.