Manuel Rivera y Sempere

Ese mismo año contrajo matrimonio con Pilar Atienza Ramos.Es probable que Rivera no conociera la invención de Giffard por el aislamiento científico de España en esta época y teniendo en cuenta, además, que residía en las islas Filipinas.Mucho tiempo después, a principios del siglo XX el desarrollo de los motores de explosión hizo que Rivera retomara el interés por los dirigibles cuando ya estaba retirado del ejército.Incluso escribió al rey Alfonso XIII dando cuenta del desarrollo de sus investigaciones.En aquel momento ya se habían desarrollado los dirigibles especialmente gracias a las propuestas de Ferdinand von Zeppelin.
Diagramas de Rivera incluidos en su artículo «Memoria sobre la navegación aérea» de 1865