Formado en la tradición de la escuela levantina de tecla y composición, estilísticamente se sitúa en la transición del Barroco al Clasicismo.
A los veinte años fue nombrado organista, supliendo a Francisco Vicente, y en 1752 ocupó el mismo cargo en la Colegiata de Játiva.
Posteriormente, cuando ya era presbítero, ejerció en la Catedral de Valencia la maestría y el cargo de organista, aunque sólo durante 5 meses pues, sin que se conozca el motivo, en breve tiempo regresó a Játiva.
En 1775, sintiéndose enfermo, hace testamento en Madrid y regresa a su Valencia natal donde morirá al poco tiempo.
Se conservan de él obras para tecla y un Concierto para clave e instrumentos de cuerda.