Manuel López Arana (Medina de Pomar, 22 de abril de 1884 - Ciudad Rodrigo, 27 de diciembre de 1941) fue un obispo español.
Fue ordenado sacerdote el 14 de julio de 1907, y, el 5 de febrero de 1929 elegido obispo de Santander y nombrado administrador apostólico de la Diócesis de Ciudad Rodrigo.
Esta diócesis se encontraba sin obispo titular desde 1843, y que, desde 1885, contaba con un Administrador con título en otra diócesis extinta.
Murió en la capital diocesana en 1941 y fue enterrado en la capilla del Santísimo o de San Blas, en los pies de la Catedral civitatense.
Fue el último obispo en ser enterrado en la Santa Iglesia Catedral de Ciudad Rodrigo