Su madre falleció al dar a luz en 1943, así que su hermana y él fueron criados por su abuela.
Tras su detención confesó tantos crímenes que al principio la policía no los tomó en serio: cuarenta y ocho asesinatos.
Sin sospechar nada, la policía lo acompañó a comisaría donde fue interrogado sobre la desaparición de la que se consideraba su pareja.
Manuel Delgado Villegas no tuvo abogado defensor hasta seis años y medio tras su detención, teniendo el récord de arresto preventivo sin protección legal.
Nunca fue juzgado, ya que se le diagnosticó una enfermedad mental y la Audiencia Nacional ordenó en 1978 su internamiento en un centro especializado.